BIODANZA
La Biodanza es un sistema de transformación personal creado en la década de los 60 por el antropólogo y psicólogo Rolando Toro. Su deseo era devolver a las personas su capacidad genuina de conectar con ellas mismas, con los demás y con el entorno, recuperando así la alegría.
Para lograr la conexión con uno mismo y con el entorno, la Biodanza recurre a una propuesta de movimientos acompañados de música que buscan favorecer una integración armónica de cuerpo, mente y emociones.
El baile, junto con el poder de la música, libera tensiones y alivia dolores y emociones que no habían encontrado salida. Y es que durante la meditación en movimiento, el personaje que nos aprisiona en la vida se diluye, porque el yo más auténtico surge a jugar, al explorar, al sentirse libre.
Es el mismo objetivo que tienen otras disciplinas, como el yoga, pero la Biodanza incluye la experiencia con el otro y con el grupo, lo que hace entrar en juego a la afectividad, que permite explorar y ampliar la forma de relacionarse con lo que es distinto, así como descubrir recursos para conseguirlo.
Esta experiencia recibe el nombre de vivencia y desemboca en una transformación personal.
Sin lugar a duda, esta es la mayor herramienta de la Biodanza, que favorece este despertar del “ser” al bailar con los ojos cerrados o cuando se acaricia el aire lentamente con las manos, recuperando en u simple gesto la capacidad innata de maravillarse.